En ocasiones es complicado saber medir los tiempos y más, que éstos marquen el ritmo que tu quieres.
Cuando me quedé embarazada no fue algo que estuviera en nuestro planning para 2014. Desde ese momento muchas amigas y conocidas me ha hecho multitud de preguntas, desde si tenía ganas, si lo íbamos buscando, hasta cuánto nos supone económicamente... Es cierto que hay que pensar en todo, y yo, "doña listas y agendas" sinceramente, es en lo que menos reflexioné. El instinto me guiaba a preocuparme porque todo saliera bien, a que ella y yo estuviéramos unidas ya desde la gestación, a crear un vínculo vital, emocional e irrompible. No pensaba en si tenía que hacerme un presupuesto de 1.000 o 10.000 euros al año (y a día de hoy, todavía no lo hago)
Muchas amigas y conocidas me mostraban sus impresiones a cerca de no querer tener hijos y me ha sorprendido que a ciertas personas esa decisión les incomode. No conciben la idea de no tener hijos por voluntad propia, como si por el propio hecho de ser mujer nos dieran un carnet al nacer por el cual nos capacitasen para ser madres. Por esa razón, no deberían preguntar en los certámenes de misses qué es lo que ellas quieren para el mundo (la paz mundial), sino que lo que deberían responder es cuántos hijos consideran necesarios para poderse sentir plenas y realizadas.
Lógicamente esta mentalidad es inexorable al concepto cultural y patriótico de los 60 y 70 en este país, y yo aplaudo a todas esas mujeres que deciden, porque sí, no ser madres y tenerlo tan claro.
Hace poco, en una noche de tregua, escuché en una película más bien poco entretenida y sin mucha repercusión en la crítica, una de las mejores frases sobre tener hijos o no: "piénsatelo bien, tener hijos es como hacerte un tatuaje en la cara".
Creo que nos queda mucho camino para aceptar que haya mujeres que no quieran verse atadas a otro ser que no sea ellas mismas o su pareja, su trabajo, su mascota... La sociedad tiene muchos corsés pre- establecidos (mujer con más de 30, tener una pareja estable, un trabajo estable y un sueldo decente para poder ser madre. Y si no lo es, será porque no puede) para añadir absurdas ideas que no nos enriquecen culturalmente.
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