Comenzamos la guardería!!

Hace dos semanas que Maya ha empezado la guardería y ya tenemos anécdotas para parar un tren. 

De momento han sido los virus los que nos han retenido a nosotras durante 5 días en casa, y es que ya se sabe, el inicio de la época de guarderías trae consigo, inevitablemente, el contagio de mocos y toses varias.

La decisión atropellada de comenzar la guardería fue un auténtico quebradero de cabeza para el papá de Maya y para mí, ya que queríamos haber retrasado todo lo posible el comienzo y dejar que la pequeña terremoto estuviera conmigo todo el tiempo posible. Conciliar hijos con trabajo es harto complicado y en nuestro caso, aunque sólo "trabaja" uno, entendiendo trabajar como levantarse todos los días a la misma hora para acudir a una oficina con un ordenador y hacer sus labores y llevar una rutina, pues en ese caso, sí solo lo hace uno. En mi caso, los despertares eran más bien anárquicos y sin un cronograma diario establecido, aunque sí una fiel rutina de baños, juegos, comidas y sueños. Maya mandaba. Afortunada o desafortunadamente la vida sigue y nos sorprende con proyectos e ilusiones que jamás pensábamos que fueran a estar unidas con lo laboral. De ahí el inicio de Maya en la guardería. Su madre va a emprender. Y es que superado el miedo de la auténtica aventura que es criar a un hijo durante el primer año, aquí una se ha puesto en marcha y decidida con que se puede con todo. Veremos a dónde nos lleva.

Elegida la guardería por recomendación de unos amigos también papás, el primer día de Maya fue como una fiesta de cumpleaños: amigos, juguetes nuevos y toda la atención para ella, la nueva. El segundo día no fue tan pacífico y el tercero y el cuarto estuvieron repartidos entre lloros y más lloros. Como había estado todo ese primer fin de semana con mocos y fiebre, decidimos dejarla en casa hasta esperar a que se recuperase, pues yo podía quedarme con ella. 

Tras la semana de "vacaciones" en casa con mamá, esta semana tocó la temida vuelta y sorprendentemente ella lo ha llevado casi mejor que sus progenitores. Hoy viernes, tras los "deberes" de llevar hojas o castañas del parque para la exposición sobre el otoño, incluso ha salido a buscarme con su nueva amiga Inés de la mano, toda una proeza.

En esas dos escasas horas que está en la guardería jugando a desarrollarse como esa mini persona que ya es, se enfrenta al reto de compartir, de investigar, de pensar en la mejor manera de conseguir su objetivo. El final siempre es feliz, llega mamá y le abraza y le besa, ¿quién no querría ir a trabajar con tan buena recompensa?