- No me importa coger el coche y hacer kilómetros. A veces incluso me va bien para desconectar
- Suelo ir por la calle imaginándome cómo serán las casas por dentro. Adoro la decoración, y sobre todo, el estilo victoriano
- No me gusta nada hacer deporte, pero echo de menos practicar yoga
- No hay ningún motivo por el que pusimos Maya a mi hija. Otras opciones eran Valeria, Olivia y Matilda, pero salió Maya
- Siempre he querido ser graciosa, pero nunca me acuerdo de los chistes
- De mi padre he heredado el perfeccionismo para hacer las cosas y de mi madre la manía por el orden y la limpieza, dos "cualidades" incompatibles con la maternidad
- Dicen que de haber escogido psicológica se me daría bien, pero opté por la historia del arte. Terminé especializándome en gestión del patrimonio cultural y mi proyecto fue "El patrimonio inmaterial de la gaita de boto aragonesa"
- Para mí un día perfecto es igual a montaña (si es otoño y es el valle de Broto me tienes conquistada de por vida)
- El día que supe que estaba embarazada me fumé el que creía mi último paquete... hasta estas pasadas Navidades
- Mis compañeros de facultad me llamaban Juana, por "Juana la loca" mi personaje histórico favorito
- Soy tan de montaña que pisé la playa por primera vez con 15 años. Fue en Torremolinos, en un viaje de fin de curso
- Duermo con los ojos entreabiertos
- Soy sinestésica, o lo que es lo mismo, para mí las letras son de colores
- Me gusta mucho disfrazarme y es que, en el fondo, soy un poco folclórica
- Hablo mucho, muchísimo, en voz alta y mentalmente conmigo misma
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